Hasta el pie de vía hay alrededor de una hora de pateo. La entrada es más o menos clara (hay una flecha). Cuando empezamos a escalar eran las 10 pasadas, el primer largo es apañarse hasta llegar a un árbol que hay al pie de la fisura del segundo largo, el más difícil, 6b+. Antes de empezar la vía habíamos acordado que este largo me lo iba a currar yo y así fue con pedaleta y todo el tinglado pero salió. Me colgaba de clavos roñosos y cordinos reventados (no tenía navaja para cortarlos) como de parabolts. Luego tenía una travesía a la derecha que esta si que estaba totalmente desequipada y tuve que usar los fisureros en condiciones.
A partir de aquí, las horas pasaban demasiado rápidas y nosotros subíamos demasiado lentos, como de costumbre, pensábamos que las principales dificultades habían sido superadas pero esos quintos eran bastante duros. En el cuarto largo se veía un cordino a la derecha y otro a la izquierda y en la reseña que nosotros llevábamos señalaba que el camino correcto era por la derecha pero después de intentarlo varias veces tuve que desistir a hacer una travesía a la derecha por una placa expuesta, así que le tiré por la izquierda y tuve que usar por segunda vez mis estribos en otra fisura bastante dura, y cuando acababa este largo salíamos ya a la segunda parte de la pared y supuestamente más fácil.
Me aseguré a un árbol que había allí mismo para ver donde preparábamos el vivac para pasar la noche mientras Javi rapelaba, la cosa no fue muy lejos pues pasamos un cordino al árbol y allí a eso de las 19h estábamos ya cambiandonos los gatos y comiendo algo por primera vez en el día. Nos abrigamos con los forros polares que por suerte habíamos traído. La noche no se hizo muy larga y eso que tampoco dormí mucho que digamos, pero el frío era moderado y el viento solo nos vacilaba por momentos ya que estábamos detras del espolón un poco protegidos. Y allí sentados pasábamos las horas hablando y comiendo empanadillas que nos habían sobrado para que las horas se pasaran más rápidamente.
Toda la noche había estado despejada pero sobre las 6 de la mañana la niebla nos empezaba a envolver poco a poco y sin enterarnos. A las 7,30 ya estábamos preparados para salir hacia arriba pero no se veía nada y esperamos hasta las 8 que clareó un poquito. De aquí hasta la sirga de bajada nos quedaba tan solo un largo muy facilito y rápido pero la suerte nos había vuelto a jugar una mala pasada.
Tendremos que ir pensando en dejar de escalar... porque no estamos hechos para este tipo de marrones, pero bueno poco a poco vamos saliendo de ellos, eso sí, para meternos en otros.
Dificultad: 6b+/V,A0
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