jueves, 14 de mayo de 2009

Alpes 2.007. Mont Blanc.

Si soy sincero conmigo mismo no sé ni por donde empezar. En 2.005 mis hermanos realizaron su primer viaje a los alpes para hacer varios cuatromiles por rutas normales, recuerdo que cuando vinieron a desperdirse de mí estaba en mi habitación encerrado llorando sin parar porque no me dejaban ir con ellos, lloré como un desgraciadico. Eso sí, me prometieron ir allí cuando fuera más mayor aunque en ese momento es a lo que menos importancia le dí,ya que ellos se iban a escalar a los Alpes y yo me quedaba en Zaragoza como un pringao.


Pues bien, dos años más tarde el que estaba yendo para allí era yo y al que le tocó quedarse era a Javi, los papeles se habían cambiado, ahora era el más feliz del mundo. Tenía 15 años y estaba yendo a los "super-alpes". Increíble.



Partimos el viaje en dos, el primer día fuimos hasta Gerona, donde nos quedaríamos a dormir y el segundo llegaríamos ya directos a Chamonix. Durante el viaje tuvimos muchos problemas con el coche, los manguitos... y llegamos a pasar horas y horas en estaciones de servicio para ver si se recuperaba el coche pero no pasaba nada pues estábamos yendo a los Alpes.



Al final, después de día y medio de viaje a eso de las 10 de la noche llegamos a Chamonix. Todavía no me lo creía. Picamos algo para cenar que teníamos en el desordenado coche y fuimos directos para la Casa de la Montaña a ver que tiempo daban para los próximos días por el monte.



El objetivo de este larguísimo viaje era el famoso y conocido Mont Blanc pues solo se trataba de andar y yo todavía me estaba iniciando en este mundillo de la escalada. Ahora entiendo que Jorge no quisiera hacer ninguna vía "durilla" como le decía yo.


El tiempo previsto era: los dos días y medio próximos bueno, los siguientes malo. No hubo dudas, nos la jugamos y al día siguiente empezaría nuestra maravillosa aventura.


Aquella noche dormimos en el parking de Chamonix al lado del coche como unos mendigos, vamos como siempre, a lo pobre.



A las 6 de la mañana se me abren los ojos con la luz del día y poco a poco vamos poniéndonos en movimiento y vamos organizando todo. Por la mañana nos dirigimos a Bionassay pues es desde allí donde hay que salir.


Al mediodía tenemos todo preparado y marchamos para arriba. Vamos subiendo china-chana con nuestros mochilones de muchos kilos y paramos a descansar en la estación de tren (donde todos bajan del tren mientras nosotros nos hemos pegado un pateo de puta madre con estos mochilones). Aquí nos echamos una siesta al solecico de una hora o así para descansar y subir hasta Tette Rousse con las energías renovadas pero lo único que me pasó es que me dió una "insolación" y lo pasé muy mal subiendo casi a rastras hasta Tette Rousse ( 3.100 metros)



Cuando llegamos (Jorge me saca siglos) Jorge se porta montando la tienda, recogiendo agua de un pozillo que habían hecho unos sevillanos y haciendo la cena al ver que realmente estaba jodido, mientras yo estoy medio durmiendo.
Cuando voy a tomarme algo para mi malestar general Jorge se da cuenta de que se ha dejado el botiquin en el coche, menos mal que los sevillanos nos dejan unas pastillas que me sirven de mucho.


Al día siguiente, ya totalmente recuperado vamos con la calma pues es hoy un poco el día de "aclimatación" es decir, hoy subiremos con calma y despacito hasta los casi 4.000 metros para al día siguiente no tener dolores de cabeza, malestar...mal de altura. A la gente le pasa esto muchas veces porque suben en tren y desde la estación le tiran hasta los casi 4.000 metros en el día, luego pasa lo que pasa.



Ya estamos con un tiempo cojonudo y con la cabeza solo puesta en el Mont Blanc aquí en Gouter montando nuestra tienda. Lo primero que hacemos es coger nieve para fundir nieve, pues es un proceso muy lento y costoso para obtener agua, pero es el único. Después de mucho tiempo conseguimos hacer un té que les tenemos que dar a nuestros compañeros de Zamora que le habían tirado desde Tette Rousse hasta la cima y llevaban todo el día practicamente sin beber ¡qué machotes! Pobre de uno que no consiguió hacer cima porque a los 4.200 le dolía mucho la cabeza...







Esto es impresionante, tengo el techo de los alpes a tiro de piedra, espero que mañana no me duela mucho la cabeza. Despues de toda la tarde haciendo la comida-cena y preparando agua para el día de cima a las 11 de la noche nos acostamos. No consigo llegar a dormirme, tengo los ojos abiertos como platos, oigo ruido en mitad de la noche, en estos momentos es cuando la montaña te hace más pequeño aún si cabe.



A eso de la una de la madrugada suena el despertador y cuando estamos desayunando, cambiándonos...ya oímos a gente que marcha hacia arriba. A las 2 nos toca a nosotros y con todo preparado salimos.



Hace -10ºC y conforme pasa la noche cada vez hace más viento llegándose a alcanzar los 100km/hora lo que hace una sensación térmica muy fría. Cuando peor lo pasamos es en el amanecer en la arista cimera, es el precio que hay que pagar para recibir un regalo que solo te puede dar la montaña. Ahora nos acordamos de los compañeros de Zamora ya que nosotros no podemos beber agua pero...porque está congelada.




Sigo flipando, esto es brutal a pesar de la procesión de frontales que hay en la noche, da igual, merece la pena. La arista se nos hace eterna, vamos chupando metros pero siguen pasando las horas desde que hemos salido a las 2 y empezamos a notar la altura y el mal dormir.



Son las 7 casi cuando estamos....¿en la cima? si!!!! no hay nada más alto que nosotros en muchos kilómetros a la redonda. Nunca me había imaginado la cima del Mont Blanc, pero la tengo debajo de mis pies, desde aquí hay unas vistas privilegiadas con este mar de nubes por debajo... a lo lejos se ve el Cervino. Hace muchísimo frío, durante la subida no hemos hecho fotos por eso y con el viento la nieve se mete en los ojos... pero no pasa nada.




Después de casi media hora en la cima toca bajar además esta tarde han dado mal tiempo y tenemos que apurar para bajar hasta el primer campamento. Sobre las 12 de la mañana llegamos a la tienda de campaña, son muchas horas de actividad así que ahora toca descansar un poco hasta las 14h que empezaremos a desmontar todo esto para bajar ya hasta los 3.000 metros.

En efecto, tal como empezamos a bajar empieza a cubrirse y a nevar. Han acertado 100% con el tiempo. Despues de mucho patear y cargados otra vez hasta arriba llegamos derrengaos al primer campamento.


Cenamos algo de embutido que ha sobrado de estos días y nos metemos al saco a descansar muy satisfechos y contentos por todo lo que hemos hecho, más tarde nos enteramos que de los sevillanos solo ha conseguido hacer cima solo uno.





Una vez en Chamonix pasamos tres días encerrados en un camping debido al mal tiempo, eso sí, no sin quedar antes con esta maravillosa gente de Zamora que nos invitó a cenar en su casa (un chalet alquilado que estaba cojonudo) unas tortillas de patata cojonudas y riéndonos como críos allí todos juntos. Parecía que nos conocíamos de siempre, así es la montaña.

3 comentarios:

  1. ya has estado más alto q yo!!!
    pedazo de envidia q me das al leer todas tus aventurillas alpinas!!!!

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  2. que bieen lo pasamos!!! este verano habra alpes o que?? yo me imagino y espero que si...

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